Nuestra Escuela, el Instituto Filosófico Hermético es una asociación de Filósofos libres comprometidos con el supremo bien, la verdad, la libertad, la justicia y la práctica de las más altas virtudes humanas. El que no esté de acuerdo con esto no debe estar en nuestra escuela. El estudiante que no sienta estos ideales como una llama que arde en su corazón, es un tibio, y éste es amorfo e indefinido, un poco de aquí y un poco de allá, un poco adentro y otro poco afuera.

El tibio es un sujeto que intelectualmente puede concordar con los ideales del Instituto, pero que está corroído por la comodidad y la inercia, y no posee la suficiente bondad y nobleza en su corazón como para abrazar en forma operativa el más noble ideal posible en esta vida: la práctica del bien y la virtud por amor al bien mismo y no por esperar una recompensa.

Somos enamorados del bien y la verdad; nuestra recompensa está en nuestra virtuosidad que nos llevará a la auténtica felicidad que supera y trasciende a las viscisitudes de la circunstancia material.

No podemos ser derrotados porque el ser virtuosos depende de nosotros y no de otras personas.

No podemos fracasar porque buscamos los medios de fortalecer nuestro espíritu, el que no solo se alimenta de situaciones placenteras si no también de la adversidad.

Nuestro compromiso con el bien nos debe llevar siempre a una relación justa con nuestros semejantes, y esta justicia se mide por la EQUIVALENCIA IGUALITARIA. Dar a cada cual lo que corresponde y solo en la medida que corresponde, y tomar solo lo que nuestro mérito personal permita.

Somos una isla de luz y paz en medio de un mundo que se hunde cada vez más en las tinieblas del vicio y la carencia de valores.

EL MAESTRO

Darío Salas Sommer